Como Dientes de león

     Llevo un par de semanas pensando en volver a escribir. Perdí la bonita costumbre de llevar una agenda en el bolso para apuntar pensamientos, versos o ideas. Quizá porque me deshice de la tediosa tarea de llevar bolso y una cosa llevo a la otra.

    Ha sido una imagen. Una imagen y una frase. Las había guardado. Pero llegó la luna llena de Acuario y, tras un mar de fondo, me las trajo a la orilla. Y aquí estoy.

    "Por eso me quedo, porque puedo irme" - decía Carmen Laforet bajo la delicada ilustración del buzo que abraza a la sirena de Giulio Ingrosso. Si la encuentro, os la enseño. Condicional cero. Alta probabilidad de que la encuentre porque la voy a buscar. ¡Qué no buscaré yo! La exploradora...(la tienes aquí).

    


Hemos estado unos días en una manada mixta, Logan y yo. Más de veinte perros con sus dispuestas personas dando paseos por el monte y compartiendo cervezas. Su instinto se ha acentuado en manada. Tendríais que verle, desde el primer día en cabeza, como oteador, explorando y siguiendo rastros. Me hice la sorprendida, como si no supiera lo que hay. "De tal palo tal astilla" - dicen. O quizá él ha venido a demostrarme que de manera natural uno debe ocupar su puesto en cada maldito sistema o mejor aún, ha venido a recuperar a mi mujer salvaje, la que corre con los lobos entre todos los cuentos de Clarissa. Estoy divagando...quería escribir sobre el dibujo de la sirena y el buzo y de la luna de Acuario y de la huella de lobo, y la del oso y de una queimada y un conxuro que han removido la tierra...

    Tierra y agua. Mar y montaña...Where to? "Me quedo dónde sé que puedo irme". Suena tremendamente romántico pero es una especie de condena. O no, no sé. Quizá la condena es sentir que hay que quedarse en algún lado. Y echar raíces. Parece que una no podrá ser nómada toda la vida... 

    Pero, ¿y si ser nómada no significa que huyo?, ¿Qué hay de malo en vivir con intensidad y exprimir, disfrutar y aprender de cada lugar si me libero del credo de que tengo que encontrar "mi sitio"? ¿y si nunca llego a ser árbol y consigo sentirme semilla?  ¡Eso es! acabo de descubrirlo y aunque suene cursi lo pienso escribir: ¿y si fuésemos semillas que germinan en un sitio convirtiéndose en flor o en fruto y un golpe de viento nos llevara a otro lugar en el que la tierra es diferente y crecemos allí con otra forma? ¿Y si algunas personas fuésemos Dientes de león y aprovecháramos las corrientes para crecer cada vez en un lugar diferente? Sería como una reencarnación sin tener que pasar por la muerte. Creces, transmutas y viajas por el karma de tu propia vida.

    ¿Y si consigo meter en la mochila mi autonomía, mis ganas de amar y aprender, mi capacidad de destruir y construir y algún juguete para Logan y me dejo llevar? ¿Dónde llegaré? ¿Volverá a funcionar la brújula interna?

Lo voy a probar y en unas semanas os digo.

Continuará

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