El vuelo libre del gorrión


Agosto 2011

Antes del verano Kine y yo encontramos un gorrión en el parque. No se había caído de ningún árbol ni tenía herida ninguna pata. Simplemente le caímos bien y decidió probar a venirse con nosotros. Parecía estar muy contento porque cuando entró en casa empezó a cantar el brindis de "La Traviatta". Yo no sabía que los gorriones pudieran cantar tan bonito, pero éste a parte de ser un bichillo gracioso, trinaba con tanta alegría que me entraban ganas de bailar como una loca. 
A veces revoloteaba por toda la casa y casi conseguía ponerme nerviosa, pero reconozco que en el fondo me gustaba que se posara en mi hombro y me susurrara al oído.

Cada día, antes de irme a trabajar, dejaba las ventanas abiertas. Quería que el pajarillo entrara y saliera cuando lo necesitara. Era un animal de costumbres y cada día, al volver de trabajar, le encontraba esperándome cantando a todo plumón en mi ventana. ¡Así daba gusto llegar a casa!

Aunque no soy chica fácil, me acostumbré muy rápido a sus ritmos. A Kine también le molaba tener un nuevo amigo tan divertido. Así que los dos jugábamos a ser los anfitriones perfectos mimándolo para que se sintiera como en casa.

Pasaron los días pequeños y rápidos hasta que el cantarín alado dejó de venir a mi ventana. Kine al principio se puso un poco triste, pero yo le expliqué que nuestro amigo había repostado muy a gusto con nosotros y que ahora estaría volando más alto explorando sitios nuevos y haciendo más amig@s.

Yo no sabía que el señor gorrión no sólo canta muy bien, si no que además es todo un caballero y de vez en cuando se asoma a nuestra ventana para ver cómo nos va. Kine se pone muy contento porque sabe reconocer lo auténtico en todas sus formas. Y ha entendido que todos los seres fueron creados libres por una buena razón.









Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Que historia tan bonita!! Nos recuerda que podemos disfrutar de los momentos bonitos sin necesidad de apegarnos a ellos, pero qué difícil es llevarlo a cabo a veces!
SCM ha dicho que…
Sí que es duro, sí. Pero nadie dijo que el camino fuera fácil jejeje.
gracias por tus comments!!

Entradas populares de este blog

Como Dientes de león

Channel Nº4

Si el sol acaricia tu velo