Preparados, listos...¡llega el 2012!


Apenas 26 horas y llegará el esperado 2012. Y digo esperado porque no he sentido nunca tanta gente con ganas de despedirse de éste 2011 y enterrarlo en un jardín que no sea el suyo.

No nos vamos a engañar, ha sido un añito intenso (por llamarlo de alguna manera). En mi curso ha habido unos cuantos que se han ido y a los que extrañamos. Y sí, aunque me cueste admitirlo, en estas dichosas fechas se les echa en falta todavía más. Hay huecos tristes en la mesa, tocamos a más langostinos y Santa ha dejado regalos sin etiqueta debajo del árbol. Espero que al otro lado del Arco Iris todos los días sea Navidad.

Pero bueno, que estamos acicalándonos para el 2012 ¡recibámosle como se merece!
Yo al mío le voy a poner unos ojos que lo vean todo, que no pierdan detalle de lo que suceda, no solo debajo de mi nariz, quiero que también alcancen a ver el horizonte.  La boca la pintaré medianita, ni muy grande, para que no hable demasiado, ni muy chiquita para que exprese lo necesario.  Los brazos los quiero largos, por supuesto, para abarcar bien a todo el que necesite un abrazo.  Los pies, este año van a estar enraizados al suelo que piso aquí y ahora. Que el alma vuele cuando así lo sienta, pero las peanitas bien arraigadas a la tierra.
La cabeza va a seguir sobre los hombros. Ahí le ha ido bien los 36 años anteriores, así que mejor que no se vaya, que la necesitamos en su puesto fijo. Y el corazón...bueno, el corazón que continúe latiendo fuerte en su cajita, pero que los reyes le traigan más parches por si acaso...que como con cada heridita crece, igual necesito remaches más grandes.

En fin, que yo como los otros, tengo ganitas de que 2012 llame a mi puerta cargado de bonitas experiencias, de salud, de buenos amigos, de carcajadas fuera de tiempo, de bailes, de aventuras, de sorpresas de las de quedarte con la boca abierta y llorar de alegría. Y sobre todo, que el 2012, tal y como promete, traiga luz de consciencia y encienda algunas buenas bombillas.

De corazón,¡ feliz 2012! que sea un año para recordar por todo el amor que demos y recibamos.
Escocia 2011, una de tantas cosas buenas que me dio 2011

P.D. Kine quiere añadir que espera que en el 2012 se extingan todos los petardos del mundo o que inventen tapones para sus orejillas caninas, para que las próximas navidades pueda estar tranquilito. 












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