Libres para caminar

Ha llegado el momento de salir a la luz, de mostrar la cara, de gritar bien fuerte.

Se acabó el jugar al camaleón entre las masas disfrazándonos de algo que no somos y que por fin hoy me doy cuenta ¡no nos da la gana de ser!

 A algunos nos encanta pasar tiempo a solas, nos agobian las reuniones familiares, evitamos algunos compromisos y nos negamos a renunciar a lo que creemos.
No soy independiente porque el pasado me haya dejado un sabor amargo y haya desarrollado desconfianza en el otro. Soy independiente porque me gusta, porque valoro y protejo mi libertad por encima de todo. NO ES SER EGOÍSTA ES SER FIEL A QUIEN SOY.

 Intento ser flexible para cuidar el amor de quien camina a mi lado, pero ese amor no me exige renuncia ni adaptaciones bruscas. Admite mis versiones y eso me permite ser quien soy.

 La vida es demasiado corta para vivirla como dictan unos pocos. Si eres mujer, hombre o perro y entiendes algo de lo que he escrito ¡rebélate! Muéstrate tal como eres. Dile a quien duerme a tu lado que hacer tu camino y seguir amándolo no es incompatible, ES SANO.

 Cansada de sentir renuncias alrededor, hoy me he dado cuenta de que, aunque hayamos firmado un contrato, no hay ninguna penalización si decidimos abandonar un camino para probar otro que parece más atractivo.

 Y a quien le guste llamarme culo inquieto o bala pérdida, pues tiene su parte de razón porque, ¿sabéis qué? ¡se me está poniendo el trasero bastante gordo de estarme aquí quieta!
Así que me sacudo la pereza y empiezo a virar el timón....¿rumbo a?: -Lo desconocido, ¡leche! ¡qué lo otro ya lo conozco!